Bien es sabido que los seres humanos somos seres emocionales.
Las emociones juegan un papel más que importante y fundamental en los resultados que obtenemos en nuestra vida.
Una de las características relacionadas a un posible rencor que se puede escuchar en una persona podríamos quizás observarla con la siguiente frase: "... yo no le deseo nada malo, pero ... ya la vida o alguien le hará "pagar" lo que hizo ...YO NO SOY RENCOROSO/A"
- ¿A quién ha escuchado decir esto o algo similar?
- ¿En qué oportunidad recuerda Usted haber dicho o pensado algo similar?
Introduzco en este momento un concepto clave que puede ser oportuno en este caso y aplicado a más de una situación: ACEPTAR NO ES LO MISMO QUE ACORDAR.
Al aceptar una opinión distinta a la nuestra de otra persona, le estamos dando valor como persona en su forma de pensar al otro, por lo que NOS ESTAMOS DANDO VALOR A NOSOTROS MISMOS Y A NUESTRAS OPINIONES.
Ahora: el aceptar una opinión distinta, NO NECESARIAMENTE QUIERE DECIR ESTAR DE ACUERDO CON LO QUE SE ESCUCHA DEL OTRO.
Una persona con rencor, lleva en forma implícita una no aceptación por el otro, por lo escuchado, por lo ocurrido.
Una aceptación aunque no estemos de acuerdo no implica que no haya que asumir una responsabilidad por los hechos o daños sucedidos, sólo es una aceptación.
Una persona con rencor, en cierta forma no acepta lo sucedido, se lo guarda. Esto lleva una carga tremenda en nuestro ser emocional.
Muchas veces la persona a quien se le tiene "rencor" ni enterado está. Por lo que vive su vida y sus actos en forma más tranquila que la persona que con rencor le pasan cosas con lo sucedido, o con ello que guarda.
En resumen, el rencor lleva a la no aceptación. La no aceptación al no saber ni poder perdonar. Si no podemos perdonar, esa emoción interna que guardamos nos debilita, nos cansa, nos enfurece, nos desgasta cada vez que recordamos lo sucedido.
Un importante primer paso podría ser en auto reconocer, que hechos, personas o situaciones nos han despertado algo de rencor.
Las emociones no son ni malas ni buenas, sólo son y nos muestran modos de observar en nuestras vidas que si queremos podemos empezar a replantearnos.
- ¿De qué rencores quieres liberarte?
Autor: Luis E. Toledo
E-mail: conversemos@sergestion.com.ar
Las emociones juegan un papel más que importante y fundamental en los resultados que obtenemos en nuestra vida.
Una de las características relacionadas a un posible rencor que se puede escuchar en una persona podríamos quizás observarla con la siguiente frase: "... yo no le deseo nada malo, pero ... ya la vida o alguien le hará "pagar" lo que hizo ...YO NO SOY RENCOROSO/A"
- ¿A quién ha escuchado decir esto o algo similar?
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Introduzco en este momento un concepto clave que puede ser oportuno en este caso y aplicado a más de una situación: ACEPTAR NO ES LO MISMO QUE ACORDAR.
Al aceptar una opinión distinta a la nuestra de otra persona, le estamos dando valor como persona en su forma de pensar al otro, por lo que NOS ESTAMOS DANDO VALOR A NOSOTROS MISMOS Y A NUESTRAS OPINIONES.
Ahora: el aceptar una opinión distinta, NO NECESARIAMENTE QUIERE DECIR ESTAR DE ACUERDO CON LO QUE SE ESCUCHA DEL OTRO.
Una persona con rencor, lleva en forma implícita una no aceptación por el otro, por lo escuchado, por lo ocurrido.
Una aceptación aunque no estemos de acuerdo no implica que no haya que asumir una responsabilidad por los hechos o daños sucedidos, sólo es una aceptación.
Una persona con rencor, en cierta forma no acepta lo sucedido, se lo guarda. Esto lleva una carga tremenda en nuestro ser emocional.
Muchas veces la persona a quien se le tiene "rencor" ni enterado está. Por lo que vive su vida y sus actos en forma más tranquila que la persona que con rencor le pasan cosas con lo sucedido, o con ello que guarda.
En resumen, el rencor lleva a la no aceptación. La no aceptación al no saber ni poder perdonar. Si no podemos perdonar, esa emoción interna que guardamos nos debilita, nos cansa, nos enfurece, nos desgasta cada vez que recordamos lo sucedido.
Un importante primer paso podría ser en auto reconocer, que hechos, personas o situaciones nos han despertado algo de rencor.
Las emociones no son ni malas ni buenas, sólo son y nos muestran modos de observar en nuestras vidas que si queremos podemos empezar a replantearnos.
- ¿De qué rencores quieres liberarte?
Autor: Luis E. Toledo
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