11/2/08

¿Cómo vemos los cambios?


¿Realmente aceptamos los cambios en nuestras vidas y organizaciones?, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a enfrentarlos y a considerarlos como oportunidades más que como amenazas?
Estas preguntas nos sirven para reflexionar sobre la forma en que abordamos los cambios y los desafíos de la vida, tanto a nivel personal como laboral.



Stephen Covey nos recuerda muy bien que si las organizaciones desean transformarse para adaptarse a los cambios, es necesario que cada miembro de ellas se transforme. Es decir, nada va a cambiar en nuestras empresas hasta que nosotros mismos cambiemos y nos convirtamos en parte de la solución que buscamos.
Sabemos que los cambios son inevitables tanto en nuestras vidas como en las organizaciones, pero al mismo tiempo nos disponemos a actuar de manera negativa por la ansiedad que experimentamos al perder la seguridad de lo conocido o aprendido y el miedo a lo nuevo que pueda acontecer.
Para evitar el miedo a lo desconocido debemos simplemente cambiar nuestros modelos mentales respecto a los hechos y retos de la vida. Digo simplemente no porque ello sea fácil de implementar, sino porque depende casi exclusivamente de esa gran capacidad que tenemos los seres humanos; el cambiar nuestra forma de pensar respecto a los acontecimientos.

¿Qué entendemos por modelos mentales?

Los modelos mentales, como sostiene Peter Senge “son supuestos profundamente arraigados, generalizaciones, ilustraciones, imágenes o historias que influyen sobre cómo entendemos el mundo y cómo actuamos en él”.
Operan permanentemente en forma subconsciente, en nuestras vidas personales, en el ámbito laboral y en nuestras organizaciones, ayudándonos a dar sentido a nuestra realidad y a operar en ella de manera eficaz.
Es por ello que si analizamos un poco esta definición, podemos concluir que nuestros modelos mentales condicionan nuestras interpretaciones y acciones, definiendo lo que percibimos, sentimos, pensamos e interactuamos.

Cabe entonces hacernos la siguiente pregunta:

¿Cómo podemos cambiar nuestros modelos mentales para aceptar los cambios y utilizarlos de manera positiva?

Con respecto a esto Fredy Kofman nos dice lo siguiente:
El primer paso consiste en modificar los supuestos que restringen nuestras posibilidades de ver los cambios como una oportunidad, en vez de como verdades que nos sustentan. Es decir, en lugar de mirar a través de ellos, podemos alejarnos y mirarlos a ellos. Es algo así como sacarse los anteojos y convertirlos en objeto de observación directa.

El siguiente paso se basa en buscar las “grietas” del supuesto; es decir, las situaciones que lo pongan en duda o el descubrimiento de las condiciones necesarias para su validez. Por ejemplo, la creencia de que “pedir es frustrante” puede ser cuestionada por el descubrimiento de nuevas competencias necesarias para pedir efectivamente.

El último paso es explorar la historia del supuesto antes incuestionable. De esta manera, al ver que la idea “nació” en circunstancias particulares y “creció” basada en alternativas específicas de nuestra propia vida, podemos comprender su naturaleza condicional. De esta manera, comprendemos que este supuesto no es una verdad absoluta, sino algo que “ha ocurrido” gracias a una confluencia de factores azarosos. Por eso, nuestro modelo mental se desarrolló alrededor de las circunstancias específicas de nuestra vida y no es de ninguna manera necesaria o absolutamente cierto.

Así, al darnos cuenta de la mutabilidad de nuestras ideas y la necesidad de actualizarlas, ellas pierden el poder que tenían sobre nosotros. Como si despertáramos de un hechizo, descubrimos que el mundo ofrece inmensas posibilidades a todos los que estemos dispuestos a abandonar la seguridad de lo conocido y a mirar los cambios como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.

Quisiera despedirme, invitándolos a reflexionar sobre la siguiente frase:

“No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos”.
El Talmud

Hasta pronto
María José


1 comentarios:

Jorge Menendez dijo...

Estimada Maria José: Realmente me pareció muy bueno el articulo, no se si por que me toca en lo personal (demasiados cambios juntos) o por la forma de plantearlo.
Creo que habitualmente los cambios los hacemos, ya sea en nuestra vida profesional o privada, causados por alguna crisis.
El ideograma chino que representa la palabra “crisis”, esta formado por dos ideogramas, uno significa peligro y el otro oportunidad.
Muchas veces las crisis nos paralizan y no somos capaces de ver las oportunidades que se nos presentan.
Esa forma de ver las cosas, depende de nuestra actitud, como dice la frase que nos das para reflexionar.
Por eso y para evitar caer en el ideograma equivocado es necesario utilizar la inteligencia y estrategias para que sea lo menos doloroso y lo mas provechoso posible.
Hay una frase de Tao Te King que (por lo menos a mí) marca el camino a seguir:
“Afrontar lo difícil mientras aun sea facil, alcanzar el gran objetivo por medio de pequeñas acciones”.
Esto es, algo así como: hagamos pequeños cambios, que nos lleven al Gran Cambio.

Felicitaciones nuevamente. Muy bueno el Blog!!!